Cómo crear una huerta en casa con los chicos

La educación ambiental es uno de los principales ejes de la propuesta institucional del colegio y el proyecto La huerta del Sur es la mayor expresión del trabajo que llevamos adelante en este sentido. Creemos que el desarrollo de una huerta permite a los alumnos conectarse con la naturaleza y descubrir la importancia de cuidar de lo que los rodea, cooperando y respetando el trabajo del otro. Ya desde el Nivel Inicial, los chicos comienzan a adentrarse de manera práctica en el universo botánico.

El trabajo que realizamos durante el ciclo escolar es muy importante, sin embargo, consideramos que la educación ambiental se puede extender al hogar. Crear una huerta en casa con los chicos puede ser una actividad divertida para realizar en familia, sobre todo durante los meses de verano. En este artículo les contamos algunos consejos para empezar a sembrar en el jardín.  

Consejos para atraer a los niños a la jardinería

Introducir a los niños en la jardinería es una excelente manera de aumentar su conciencia sobre el origen de los alimentos y la importancia del cuidado del ambiente para la vida cotidiana. Los chicos pueden aprender nuevas habilidades, divertirse, jugar y desarrollar la confianza en sí mismos pasando tiempo en el jardín cuidando las plantas y cultivando sus propios alimentos. 

Los más pequeños, los preescolares, los de primaria y los mayores tendrán expectativas diferentes y aprenderán cosas distintas en la huerta. Las tareas más adecuadas para los más chicos incluyen regar las plantas, recoger los productos y plantar semillas. Los más grandes son físicamente capaces de realizar una mayor variedad de actividades, como cavar, acarrear, plantar y podar. 

Para lograr que los chicos participen y se interesen por la creación de una huerta, un buen punto de partida es asignarles su propio espacio en el jardín. No tiene por qué ser grande, se puede empezar con un área de 3×3 en el fondo del jardín. En esta zona, el niño puede decidir lo que va a cultivar y tiene espacio para experimentar sin afectar a las demás plantas. Involucrar a los niños mayores en la planificación y el diseño de la huerta, otorgándoles mayor responsabilidad, hace que sientan un compromiso más profundo con el proyecto. 

Otra estrategia interesante es plantar flores que atraigan mariposas, vaquitas de San Antonio y otros insectos o pájaros interesantes que puedan despertar la curiosidad de los chicos. Si todo lo demás falla, pueden construir un espantapájaros con una escoba y algunos trapos viejos. ¡Ni los más grandes se van a poder resistir!

¿Por dónde empezar?

Uno de los aspectos más importantes a la hora de crear una huerta es la ubicación. Lo ideal es emplazarla en una zona donde reciba la máxima luz solar. También es importante determinar la calidad del suelo y evaluar si hay que agregar abono para maximizar el potencial de crecimiento. 

Una vez elegida la ubicación, el suelo debe excavarse entre 15 y 20 centímetros. Luego, cubrir la tierra con algún tipo de material orgánico para ayudar a fortalecerlo. 

¿Qué plantar?

A la hora de seleccionar plantas para cultivar con los chicos, es importante incorporar las que más les gusten a ellos. Por lo general prefieren las plantas que tienen olores fuertes y son fácilmente reconocibles.

A los chicos les gustan las flores grandes y de colores vivos y las verduras que crecen rápido. Plantas como los girasoles, el maíz y las calabazas son buenos ejemplos.

La lechuga, los rabanitos y los tomates cherry crecen rápidamente, ideal para los niños que tienen menos paciencia. Las zanahorias y las papas también son plantas divertidas para los chicos porque son fácilmente reconocibles. 

Elegir variedades de plantas que tengan cualidades sensoriales suele ser un éxito entre los más pequeños. Plantar especies con texturas peludas, gomosas, espinosas y suaves puede ser muy divertido para ellos. La estimulación sensorial, además, es fundamental para desarrollar las funciones cognitivas o de aprendizaje básicas, como la memoria, la atención, la resolución de problemas, el lenguaje y la creatividad.

Algunos ejemplos de plantas con cualidades sensoriales:

Tacto: cactus, suculentas, aloe vera, oreja de liebre, cola de zorro, geranios.

Gusto: albahaca, frutillas, arvejas, zanahorias, tomates cherry.

Olfato: jazmín, lavanda, menta, melisa, romero.

Vista: narcisos, caléndulas, pensamientos, girasoles.

Oído: el maíz y el bambú crujen entre sí cuando sopla el viento. Además, las flores vistosas atraen abejas, mariposas y colibríes que zumban armoniosamente. 

Por último, es importante tener en cuenta las estaciones del año antes de planear una huerta. El verano, por ejemplo, es un buen momento para empezar, ya que se pueden plantar unas cuantas variedades de frutas, vegetales y flores. Berenjena, pimientos, sandía, albahaca, calabaza, tomate, pepino, ají, melón, y zapallito son algunas de las opciones para esta época. Además, es muy importante incorporar flores, que son las que atraen a los polinizadores. Incluir otras plantas y aromáticas como el cilantro, el perejil y el hinojo ayudará a atraer insectos benéficos que contribuyen al control de plagas. 

Esperamos que esta guía los inspire a comenzar una huerta en casa con sus hijos. Estamos seguros de que ellos podrán aportar muchos de los conocimientos que aprendieron en el colegio. ¡A plantar!